¿No quiero estudiar mas?
Ya no quiero estudiar.. tengo 15 años y voy en 4to de secundaria pero ya me aburrí del colegio intento estudiar pero como lo hago sin ganas aunque quisiera tenerlas no aprendo nada!!, es inútil!
Ni siquiera me gusta nada, no tengo ni la menor idea de que me gustaría estudiar en la universidad o esas cosas!
Ni siquiera me gusta nada, no tengo ni la menor idea de que me gustaría estudiar en la universidad o esas cosas!
No se trata de ganas sino de conveniencia y sobre eso tenes que pensar porque sin un estudio minimo te vas a morir de hambre el dia de mañana cuando nadie te pueda mantener.
Ademas eso te pasa porque no tenes un objetivo en la vida definido. Eso es porque no tomas en cuenta lo que la gente mayor que vos te dice desde sus años de experiencia en la vida.
Si aun asi no sos capaz de darte cuenta anda a un psicologo para q uete ayude a aclarar tus ideas y te felicito por reconocer que sos una caradura irresponsable ya que ese es el primer paso en tratar de cambiar para mejor. Adelante. Exitos.
Ademas eso te pasa porque no tenes un objetivo en la vida definido. Eso es porque no tomas en cuenta lo que la gente mayor que vos te dice desde sus años de experiencia en la vida.
Si aun asi no sos capaz de darte cuenta anda a un psicologo para q uete ayude a aclarar tus ideas y te felicito por reconocer que sos una caradura irresponsable ya que ese es el primer paso en tratar de cambiar para mejor. Adelante. Exitos.
Las malas notas
No son sinónimo de escaso estudio, problemas de aprendizaje o déficit cognitivo. Otras causas pueden ponerse en juego, algunas de ellas se expondrán a continuación.
Una de las causas de las malas notas, pero no la única, podría residir en que el niño o adolescente no ha dedicado el tiempo necesario para estudiar y preparase antes de las evaluaciones. También delata una falla del apoyo y seguimiento de los padres. Suelen ser los casos en que las malas notas toman por sorpresa.
Otra de las causas pueden ser las dificultades de comprensión de la asignatura que se reprueba. Esto no implica que el niño o adolescente tenga que ser estigmatizado, hay temáticas que nos resultan más fáciles y otras que nos cuestan un poco más. Tampoco implica que en los sucesivos años escolares vaya a presentarse la misma dificultad. En estos casos el niño necesitará apoyo extra-escolar por parte de los padres o de algún tutor.
Sin embargo, en muchos otros casos a pesar de haber dedicado tiempo al estudio igualmente se fracasa en los exámenes.
El bajo rendimiento escolar puede ser un medio para expresar que algo está pasando. Ese “algo” pueden ser problemas familiares o emocionales.
Otras veces puede tratarse de dificultades para comprender las explicaciones del maestro, o la poca correspondencia entre lo enseñado y lo posteriormente evaluado.
A su vez puede deberse a la escasa adecuación de la escuela a las distintas idiosincrasias socio-culturales. Como ejemplo paradigmático podríamos pensar en los fracasos masivos, cuando más de la mitad de la clase obtiene malas notas en la misma asignatura, o cuando un mismo grupo social posee el mayor índice de fracasos y abandono de la escolaridad.
Una de las causas de las malas notas, pero no la única, podría residir en que el niño o adolescente no ha dedicado el tiempo necesario para estudiar y preparase antes de las evaluaciones. También delata una falla del apoyo y seguimiento de los padres. Suelen ser los casos en que las malas notas toman por sorpresa.
Otra de las causas pueden ser las dificultades de comprensión de la asignatura que se reprueba. Esto no implica que el niño o adolescente tenga que ser estigmatizado, hay temáticas que nos resultan más fáciles y otras que nos cuestan un poco más. Tampoco implica que en los sucesivos años escolares vaya a presentarse la misma dificultad. En estos casos el niño necesitará apoyo extra-escolar por parte de los padres o de algún tutor.
Sin embargo, en muchos otros casos a pesar de haber dedicado tiempo al estudio igualmente se fracasa en los exámenes.
El bajo rendimiento escolar puede ser un medio para expresar que algo está pasando. Ese “algo” pueden ser problemas familiares o emocionales.
Otras veces puede tratarse de dificultades para comprender las explicaciones del maestro, o la poca correspondencia entre lo enseñado y lo posteriormente evaluado.
A su vez puede deberse a la escasa adecuación de la escuela a las distintas idiosincrasias socio-culturales. Como ejemplo paradigmático podríamos pensar en los fracasos masivos, cuando más de la mitad de la clase obtiene malas notas en la misma asignatura, o cuando un mismo grupo social posee el mayor índice de fracasos y abandono de la escolaridad.
Adolescentes tardíos frente a la desición de seguir estudiando
Los adolescentes que terminan el colegio deben tomar la decisión de estudiar y/o trabajar. Esta decisión se toma, en general, en un momento de incertidumbre
El final de la adolescencia comienzas el mundo adulto. Algunos comienzan a trabajar y otros a estudiar. Decisión difícil ya que se espera que se tome en forma certera en un momento de incertidumbre.
Algunos deciden rápidamente e inclusive ya lo tienen decidido desde antes que van a estudiar. Hay casos en donde esta elección es muy clara y persiste en el tiempo llegando al final de la carrera con éxito. En otros, la mayoría, la búsqueda puede ser un poco más complicada y probar distintos caminos hasta encontrar el buscado.
Todos los caminos y lugares de estudio que tengas que atravesar hasta llegar al definitivo va a sumar conocimientos y experiencias que serán de utilidad sea cual sea la carrera elegida.
Un padre puede ayudar a la búsqueda de la carrera, preguntando y orientando teniendo en cuanta tu personalidad, gustos, tendencias, inclinaciones o hobbies. Lo cierto es que en la carrera que elijas deberá depositar algo de él, algo se tendrá que jugar en esa disciplina que tenga que ver con su ser. De lo contrario es muy difícil sostener un estudio en el tiempo, con sus exigencias y dificultades, si uno no esta implicado en ella de manera profunda.