¿Cuántas horas necesitan dormir?
Madres se han planteado esta duda a la hora de fijar la rutina de su bebé, porque la falta de sueño puede ser perjudicial para los hijos, sean bebés, niños o adolescentes.
Cada niño es un mundo, y no existen reglas globales sobre cuántas horas necesitan dormir. Sin embargo es relativamente fácil detectar si nuestros hijos necesitan más horas de sueño porque al no tener tantos recursos que los mayores, suelen manifestar la necesidad antes a través de ciertos comportamientos que debemos aprender a interpretar.
La irritabilidad, problemas atípicos con la psicomotricidad, falta de rendimiento o problemas con sus amigos en la escuela o el colegio, falta de resistencia ante los virus más comunes.... todos estos factores y otros pueden servir para decirnos que el organismo de nuestro hijo está pidiendo descansar más.
Aquí detallamos algunas cosas que deben tener en cuenta en el momento de determinar si su hijo duerme lo suficiente:
• Los bebés recién nacidos duermen hasta 16 horas por día. Al principio, se despiertan cada dos o tres horas para comer.
• Dormir bien es importante desde el punto de bienestar de un bebé y un niño.
• Por la noche el cuerpo produce más la hormona que estimula el crecimiento. Por lo tanto, el sueño es un factor muy importante para el desarrollo de los niños.
• Entre los seis meses y un año, los bebés duermen hasta cinco o seis horas interrumpidas.
• Los niños entre un año y cinco años duermen hasta 12 horas al día.
• Un niño en la edad de preescolar puede necesitar entre 10 y 12 horas al día.
• Un niño escolar debe dormir unas 10 horas al día.
• El sueño de cada niño depende de la necesidad individual de cada uno. Si un bebé tiene suficiente con 10 horas, es feliz y sano, no tienen porque preocuparse los padres.
• Antes de empezar a preocuparse por las horas que duerme su hijo, debe analizar los hábitos de su familia. Si vive en una familia en la que el horario es flexible y no existe una rutina fija, tal vez existe una conexión entre los trastornos de sueño de su hijo y la organización familiar.
La falta de una rutina constante diaria
La gran mayoría de expertos en pediatría subrayan la importancia de desarrollar una rutina diaria que poco a poco ayudará a su bebé dormir durante toda la la noche. Los recién nacidos alternan durante las 24 horas entre ratos de sueño (de 2 a 4 horas) y ratos despiertos. Conforme crecen los bebés, y empiezan a dormir durante un periodo mas largo sin despertarse para amamantar, una rutina en cuanto al horario de comidas, juegos, paseos y descansos adquiere importancia.
La nutrición
Si su hijo tiene problemas para dormir hay que evitar los alimentos que puedan aumentar su resistencia al sueño. Entre los alimentos que hay que evitar se encuentra las bebidas tipo coca cola y otras bebidas con gas, las chucherías, los postres con mucho azúcar y las típicas comidas fast food. Si su hijo padece insomnio aproveche para cambiar la dieta de toda la familia, incorporando más verduras y frutas. Procure darle cenas suaves, dando más protagonismo a los desayunos y las comidas. Y antes de dormir, ofrézcale un vaso de leche caliente con miel.
Factores de tipo físico
Ronquidos, estreñimiento, orinar en la cama, alergias, enfermedades o inmadurez son todos factores físicos que pueden causar problemas de sueño.
Factores psicológicos
Es común que los niños pequeños desarrollen sentimientos de preocupación por separarse físicamente de sus padres, miedo a la oscuridad etc. La depresión, aunque menos frecuente que en los adultos, puede ser padecido por niños preescolares, escolares y adolescentes por diversos motivos. Una de sus manifestaciones es mayor dificultad para dormir por la noche. Los adolescentes pueden tener problemas con la droga, el alcohol, el tabaco, problemas en la escuela y otros problemas mayores. En el caso de los más pequeños, es importante hablar de sus miedos con ellos para ayudarles a superarlos. En el caso de los adolescentes, los padres deben intentar mantener abiertos los canales de comunicación para resolver conjuntamente los problemas que suponen la razón de no poder dormir por la noche.
Cuando su bebé comienza a llorar, ambos padres se suelen despertar, incluso si solo uno se dispone a atender al niño. Sin embargo, en los primeros meses, ambos padres se despiertan cuando el bebé llora. Esto llevará a que ninguno de los padres pueda dormir. La mejor solución para lidiar con esta situación es que la madre y el padre planeen quién se levantará a confortar al bebé la próxima vez que llore. En general, turnarse es la mejor opción y ayudará a que ambos padres descansen, aunque sea un poco.
Consejo #2: Tome siestas con el bebé
Si está cuidando a su bebé, está cansado, y su hijo se duerme, entonces aproveche y duerma una siesta también. Esto le permitirá descansar con una merecida siesta. Así que, si su bebé se duerme durante la mañana, la tarde o temprano por la noche, aproveche ese tiempo y descanse un poco ya que nunca sabe cuando su bebé se podrá despertar.
Consejo #3: Acepte ayuda
Frecuentemente, cuando tiene un nuevo bebé, mucha gente se ofrecerá para ayudar, desde padres, hermanos y amigos hasta otros miembros de la familia. Así que cuando verdaderamente necesite dormir, simplemente acepte algunas de las ofertas de ayuda. Si su mamá se ocupa de cuidar al bebé aunque sea por un par de horas, podrá descansar con una merecida siesta.
Consejo #4: Tenga a su bebé en su cuna
Su bebé deberá dormir en su cuna y no con sus padres. Muchas veces es tentador dejar que el bebé duerma con los padres, pero esto no es saludable ni para el niño ni para sus progenitores. Así que, ponga a dormir a su bebé en la cuna, en su habitación. Luego, cuando el bebé llore, uno de los padres puede fácilmente ir a atenderlo sin molestar al otro. Esto les permitirá dormir un poco más de tiempo.
Consejo #5: Alimente al bebé antes de ir a dormir
Si su bebé ha estado durmiendo por varias horas, se hacen las 11 pm y ya se está preparando para ir a dormir, simplemente despiértelo para alimentarlo. La mayoría de los bebés se despiertan durante la noche por tener hambre, así que si lo alimenta tarde, justo antes de irse a dormir, es probable que no se vuelva a despertar por 6 o 7 horas. Esto le permitirá lograr un sueño continuo, aunque quizás no logre la duración que desea.
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