Nadie está obligado a darte nada, asi que cuando hacen algo para beneficiarte, no puedes desplegar la soberbia de la indiferencia. Eso lastima al que quizo hacerte un bien.
Por más que suene lógico y hasta habitual, no siempre nos detenemos a retribuir, al menos con algunas palabras, a aquel que se ha comportado bien con nosotros y merece dichas gracias. Eso me lleva a otra frase, que no es de gratitud sino de lógica.
No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
"Uno puede devolver un préstamo de oro, pero está en deuda de por vida con aquellos que son amables." (Proverbio)
"Me gustaría agradecértelo de todo corazón, pero para tí, mi querido amigo /a, mi corazón no tiene fondo." (Anónimo)
"Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato." (Séneca)
"No puede responder otra cosa que gracias y gracias." (William Shakespeare)
"El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar." (Proverbio hebreo)
Pienso que este refrán transmite una verdad como un templo, es de buena persona dar las gracias, agradecer. Hoy en día es bastante raro encontrar personas que agradezcan algo, lo que sea, que se sientan agradecidas. Más bien ocurre lo contrario, que nos pensamos que vamos sobrados de educación y que no hace falta gastar energía en algo tan trivial como transmitir agradecimiento. El ser agradecido tiene mucho que ver con la educación, pero no entendida como instrucción, sino como algo inherente a nosotros, algo más genético y hereditario. Hay personas humildes y con pocos conocimientos que pueden ser los más agradecidos del mundo, y al revés, los hay de muy buena cuna y buenas maneras de cara a la galería, pero que luego son unos altivos que no contemplan la palabra gracias en su vocabulario, porque piensan que el favor recibido es una obligación a ellos debida. No hay nada que me rebele más que la mala educación de las personas, y mi indignación hacia los maleducados es directamente proporcional al nivel social y cultural que estos ocupan. Es evidente, y se constata desde hace tiempo, que estamos ante una crisis de valores. Palabras tan normales como por favor y gracias están cayendo en desuso, hasta tal punto, que cuando escuchas a alguien pronunciarlas parece un poco marciano. Pienso que una de las claves para ser y mostrarse agradecido es la humildad, el ser consciente de que una no es el ombligo del mundo, sino simplemente una más.
“El agradecimiento que sólo consiste en el deseo es cosa muerta como es muerta la fe sin obras”.
“La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes”.
José Martí
“La gratitud en silencio no sirve a nadie”.
Gladys Bronwyn Stern
“Cuando bebas agua, recuerda la fuente”.
Proverbio chino
“Si confieres un beneficio, nunca lo recuerdes; si lo recibes, nunca lo olvides
Quilón
Una alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El santo llevó al alma a un recorrido por el cielo. Ambos caminaron paso a paso por unos grandes talleres llenos con Ángeles. San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo: "Esta es la sección de recibo. Aquí, todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas." El alma miró la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.
Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo: "Esta es la sección de empaque y entrega. Aquí, las gracias y bendiciones que la gente pide, son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron." El alma vio cuan ocupada estaba. Habían tantos Ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra.
Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un Ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa. "Esta es la sección del agradecimiento" dijo San Pedro al alma.
"¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí?" Preguntó el alma. "Esto es lo peor."
Contestó San Pedro. "Después que las personas reciben las bendiciones y gracias que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento."
"¿Cómo uno agradece a las bendiciones de Dios?" "Simple" Contestó San Pedro,
"Solo tienes que decir: 'Gracias Señor'"
“Yo sostendría que las gracias son la forma más alta de pensamiento y que el agradecimiento supone una la felicidad duplicada cuando media la sorpresa”.
“El ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que guardó”.
Horacio
“Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”.
Jean de La Bruyere
“La gratitud es una virtud mas propia de los desgraciados que de los afortunados”.
Niccolo Tommaseo
“Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta”.
Terencio
“No arrojes piedras en la fuente de la que has bebido”.
Talmud
“El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar”.
Máxima Hebrea
“Para obrar, el que da debe olvidar pronto, y el que recibe, nunca”.
Séneca
“El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio”.
Sófocles
“Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”.
Virgilio
“Escribid las injurias en la arena, grabad los beneficios en el mármol”.
Claude Boiste
No hay nada mejor en la vida que ser agradecido, no sólo parecerlo: ¡serlo!
Para muchos es muy fácil dar las gracias por los pequeños servicios cotidianos que recibimos: el desayuno, la ropa limpia, una oficina en orden, etc. pero no todos actúan de la misma manera. Y es que la gratitud se entrelaza permanentemente con el respeto y calidad humana y, lamentablemente, no todos hemos sido calibrados en la misma “escuela”.
Ser agradecido no significa devolver un favor. El agradecimiento no es pagar una deuda sino reconocer la generosidad ajena. La persona agradecida tiene gestos importantes con aquellos que lo tienen en cuenta pero no para devolverle la atención “y quedar a mano” sino porque es movido por el amor que le provoca el otro y desea recompensarlo. Es más, la persona agradecida puede actuar perfectamente igual aún con aquellos que no han hecho nada para merecerlo, simplemente porque ha aprendido a amar y respetar la vida humana.
Cuando toco este tema vienen a mi mente dos tipos de agradecimiento: uno el terrenal y otro (y quizás el más importante) el divino. Cuando pienso en lo terrenal me imagino la carita de Gianluca (mi pequeñín de 2 años) cada vez que con Leonardo le entregamos algo, puede ser un presente o simplemente su platito de comida. Lo veo sentado en su sillita y cuando llega ese plato a su mesa, él me mira con ojitos alegres y hace un gesto particular que como madre entiendo: ¡me está dando las gracias por cuidarlo, por alimentarlo, por permitir que crezca fuerte y sano! Y obviamente que siempre le robo un beso o un abrazo para completar este cuadro.
“La gratitud es un deber que debiera ser recompensado, pero que nadie debe esperar la remuneración”.
“El agradecimiento es la memoria del corazón”
J. B. Massieu
“Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato”.
Lucio Anneo Séneca
“Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?”.
Gilbert Keith Chesterton
“Cuando la gratitud es tan absoluta las palabras sobran”.
Álvaro Mutis
“Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido”.
Virgilio
“¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo!”.
Miguel de Cervantes Saavedra
¿Cómo agradecer? A veces se recibe un homenaje; te hacen un elogio; te regalan algo valioso, te reconocen públicamente; o te hacen un sentido brindis… ¿Cómo agradecer? ¿Cómo encontrar las palabras correctas y adecuadas para agradecer? Encontrar las palabras o frases adecuadas para un agradecimiento es todo un arte.
Es difícil hacer un “discurso” general de agradecimiento puesto que depende de las circunstancias, de la persona, del contexto o momento, etc. Pero sí podemos señalar algunos consejos y frases adecuadas para agradecer.
Consejos para pronunciar unas palabras de agradecimiento
1. Sinceridad. Ser sincero y emotivo siempre. Las palabras sencillas que salen del corazón son las mejores.
2. Gratitud con generosidad. Agradecer a los demás y ser generoso en nuestras evaluaciones y comentarios con todos los que nos han ayudado
3. Humildad. Ser más bien humilde con respecto a tu persona.
4. Humor. El buen humor ayuda; un toque de buen humor es un buen ingrediente si el contexto de las palabras de agradecimiento es el adecuado.
5. Recordar. Contar alguna anécdota que venga a colación que traiga buenos recuerdos o recordar, rememorar cosas importantes.
6. Hacer pensar o reflexionar. Algunas citas o frases que susciten elevar los pensamientos o reflexiones de los asistentes.
7. Comunicar ordenadamente. Ordenar lo que queremos comunicar; cuidar el inicio, intermedio y el final de nuestra intervención.
8. Emitir buenas vibraciones. Ser positivo, en la medida de lo posible.
9. Sentir. Proclamar nuestros sentimientos y motivaciones: emoción, gratitud, afecto, lealtad, fidelidad, admiración, etc.
10. Brevedad. Y todo esto brevemente… Palabras breves, doblemente agradecidas.
Uno puede devolver un préstamo de oro, pero está en deuda de por vida con aquellos que son amables (Proverbio).
"La gratitud en silencio no sirve a nadie" (G.B. Stern).
"No puede responder otra cosa que gracias y gracias" (William Shakespeare).
"Yo sostendría que las gracias son la forma más alta de pensamiento y que el agradecimiento supone una la felicidad duplicada cuando media la sorpresa" (G.K. Chesterton).
"Las únicas personas con las que deberías corresponder son los que te han ayudado" (John E. Southard)
Todos, alguna vez en nuestras vidas hemos experimentado cómo le gustaría al Universo (o a Nuestro Dios, o como te guste llamarle) que manifestemos nuestra GRATITUD a nuestros semejantes.
Cuanto más agradecidos seamos, más bienes obtendremos. -y al decir "bienes" no me refiero sólo a cosas materiales-.
¿Cómo te sentirías si cuando le haces un regalo a un amigo, éste lo mira, pone cara de desilusión y dice: "esto ya lo tengo" o "me hubiera gustado otro color" o simplemente "no me gusta"?: seguramente no vas a tener el menor deseo de volver a hacérselo. Pero si por el contrario, adviertes que sus ojos brillan de alegría y se muestra complacido y agradecido, entonces cada vez que veas algo que supones que le gustaría, desearás regalárselo, independientemente de que le haga falta o no.
La GRATITUD produce más cosas por las que estar agradecido y aumenta la abundancia. La falta de gratitud y las quejas hacia tus semejantes produce tristezas, resentimientos, soledad y no permite que crezcas.
A los quejosos siempre les parece que hay pocas cosas buenas en su vida, y no disfrutan de lo que tienen, ni miran lo mucho menos que otros tienen. Solamente siguen quejándose, peleando, criticando contra aquellas personas que tal vez, o seguramente, son las únicas que los quieren de verdad.
¿No te ha ocurrido alguna vez, en la niñez o en la adolescencia que creías que el "bueno era el vecino, o un compañero de escuela, o un amigo circunstancial, y después de mucho tiempo te diste cuenta que ellos sólo querían complicarte la vida para que no fueras feliz, y que el verdadero cariño estaba entre tu familia o en el amigo de toda la vida que se había criado con vos?. ¡Que desilusión!, verdad?.
¿Pudiste tener la dicha de arrepentirte y pedir perdón?. Si pensamos que no tenemos una serie de cosas y que no seremos felices mientras no las tengamos, dejamos en suspenso la vida, es decir "dejamos de vivir", porque lo que el Universo oye es: "no tengo tal o cual cosa y no soy feliz", y eso es precisamente lo que conseguimos, lo que internamente estamos deseando, entonces es lo que el Universo nos devuelve.
Es por eso que desde hace mucho tiempo aprendí a decir: "Gracias Dios mío por todo lo que me diste: vida, salud, familia, poder para superar enfermedades, conocidos y desconocidos por conocer. Gracias, mil veces gracias porque me diste TODO: lo bueno y lo malo, y de esa manera pude disfrutar al máximo de todo lo que consideré bueno.
¿Y de lo malo? Ya me olvidé, o seguramente no tuve tiempo de ocuparme de él. De esta manera SOY MUCHÍSIMO MAS FELIZ, y además no me olvido de decir GRACIAS por lo mucho o poco que he conseguido. Me he dado cuenta también que al Universo le gusta mucho esa expresión, y constantemente recibo de su parte regalos maravillosos.
Al despertar por la mañana, lo primero que hago antes de abrir los ojos es permitirme dar las gracias por dejarme vivir un día más, no importa cómo: a veces sin dinero, con menos salud, sin trabajo, y algunos días desesperanzada, por que no?: yo también soy una persona de carne y hueso que ríe, llora, la defraudan, dice algunas veces malas palabras como cualquiera de ustedes, pero doy gracias al Universo ó a Dios ó a la Virgen como a Uds. más les guste por permitirme derramar una lágrima, porque el corazón me palpite, y porque los músculos se contraigan de rabia: de esta manera me doy cuenta que "estoy viva".
Esa es la VIDA: pasar por diferentes situaciones, sentimientos y estados de ánimo. Debemos ser agradecidos por lo que tenemos, sin importar la cantidad ni la calidad (seguramente tendremos un poquito más que otros).
El ser agradecidos en la vida NOS DA PODER. ¿Qué poder?, te estarás preguntando: El poder de convertir las dificultades en oportunidades, los problemas en soluciones, las pérdidas en ganancias y sobre todo de estar siempre rodeado de amigos que nos hacen feliz.
Te deseo que empieces a conseguir LO MEJOR para tu vida y la de tu familia. Ah!!! Y no te olvides de dar gracias por lo que tienes o por lo que estás por conseguir: INMEDIATAMENTE TRANSFORMARAS TU VIDA.
"Me gustaría agradecértelo de todo corazón, pero para tí, mi querido amigo /a, mi corazón no tiene fondo" (Anónimo).
"La gratitud es la memoria del corazón" (Jean Baptiste Massieu).
"La amabilidad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver" (Mark Twain).
"Tengo una extraña sensación, sino es indigestión , creo que debe ser gratitud" (Benjamin Disraeli)
La gratitud en lo humano es propia de los buenos corazones.
La persona agradecida aprecia los favores de quienes la rodean. El portero merece nuestro agradecimiento por guardar la casa; la farmacéutica, por proporcionarnos medicinas; el conductor de un servicio público, por transportarnos; las rotativas de un periódico, por pasar la noche trabajando...
La convivencia diaria está llena de diminutos servicios mutuos, en ocasiones, invisibles. La gratitud revela con exactitud la calidad interior del ser humano.