domingo, 22 de agosto de 2010

Enfoque machista común

Digamos que es una especie de aburrimiento de dimensiones elefantiásicas ¿No te sucede cuando ves una película malísima en la televisión por quinta vez (porque no hay más que ver en la tv o llegó cortaron el cable) o escuchas el mismo sonsonete en la radio? No hay nada nuevo, ya lo oíste, ya te la sabes. Esa es la única explicación que se me ocurre cuando alguien me pregunta “y del corazón ¿cómo vamos?” y mi respuesta es: “tranquilo, ¿yo? tranquilo”
 

La explicación iría por el lado de que, hasta la fecha, no me he topado con un espécimen que no me salga con los mismos hitazos bailables del floro femenino. Por favor –ejem- señoritas más originalidad: la desesperación, la melancolía, la soledad, la necesidad de reproducción, la calentura pueden ser pretextos para arrancar; mas no para mantener una relación. ¿Se está oyendo claro por allá? No importa.
Es curioso de que aún existan algunas chicas que creen que un hombre no se aburrirá al escuchar de SUS inseguridades o de SUS planes. Remember this: esos son SUS planes, no crean que los hombres no se dan cuenta de cómo los están llevando al matadero. Me refiero al cadalso, no al telo. Si bien es cierto, algunos no se dan cuenta de que están encima del carrusel y de que tanto pasearlo en medio del mareo ya tienen el anillo en el dedo o , fíjate tú, vengan con carita de angustia porque ya llevan varias faltas en el calendario. No crean que esa cara que ponemos es de enojo: es la cara de la derrota, del saber que en vez de estarla metiendo (sapazos nosotros) NOS la estaban metiendo. Digo la inyección social del matrimonio base de familia, base fundamental de la soledad, digo, de la sociedad.
Experiencia no necesariamente implica conocimiento. A cuantos hombres no se les oye decir: ¿Quién rayos entiende a las mujeres? Nadie. Ellas se entienden, manejan otros códigos, mensajes secretos, mensajes en algún códice secreto que viene con el flujo menstrual. Este pequeño inventario no pretende ser un estudio, ni por joder, del género femenino. No pretendo ni por asomo hacer un catálogo de TODAS las mujeres, pero al menos sí, con las que he conocido y tropezado, caído, enredado, relacionado, arrimado, amodorrado, aburrido, engañado, ilusionado, maltratado, violentado y hasta horrorizado.
Porque al final de todo, la mujer no sólo es un misterio: Es un deporte de alto riesgo.

LAS TRADICIONALES
  1. Su idea es la casa (propia), los hijos (la parejita) el matrimonio de blanco con pedida de mano previa. Requisito indispensable: Solidez emocional (Se entiende que la de ella no) y económica (se sobre entiende que este requisito tampoco es de ella) Ama de casa modelo, madre ejemplar y algunos estudios que tuvo que dejar, porque, la labor de madre es lo primero. 
  2. Su idea es una casa alquilada o mini departamento construido en los aires de la casa paterna (de él o ella). No importa dónde: la prioridad es acomodarse. La característica básicamente es el de adecuarse al embarazo imprevisto (“ups, nos falló el método mi amor”). Por lo general esta especie de fémina no estudia, y si estudia es “algo” mientras ve cual espécimen masculino cumple con sus requerimientos.

Estos dos especímenes son los que más abundan. Pero por características emocionales o conductuales se subdividen en:

LA MELANCÓLICA
Si los señores de la Lima que “ya fué” escuchaban religiosamente “Radio Cora”, esta fémina escucha “Radio Corazón” o “Ritmo Romántica” como si no existieran más emisoras en el dial. Viven añorando o deseando romances que no tienen el valor de iniciar, por aquello de que “no hay melancolía más grande que añorar aquello que nunca sucedió”. Si inician una relación tratan de que todo se encamine en un romance de características a los descritos por Delia Fiallo, Corin Tellado o Yolanda Vargas Dulché. De encontrar pareja, no importa si está no genera ningún problema: ella lo generará espontáneamente, de la nada, por las santas waves y lo hará porque: “sufrir por amor es muy bonito”. Agradeceremos el día que un cataclismo destruya hasta los cimientos Televisa o cualquier productora de telenovelas. Que no quede huella, que no, que no.

LA MALAGRACIA
Tiene pinta de que todititito le aburre. Hasta la sal le parece sosa. En algunos casos tiene ese airecito intelectualoide, que le ha hecho ver la importancia de preocuparse en ser un poco “más” (un par de libros de Chopra, Osho, La Vaca, con un remix de Agatha Cristhie, Harry Potter y la tía esta de los vampiros adolescentes) frente a “los demás”. Si no la halagan por algo, se siente ofendida y abandonada. Requiere atención constante. Perdón, atención no, lo que requiere (exige) es veneración, ofrendas (algún sacrificio humano no está demás), cirios, sándalo y patchouli. Ella tiene que ser el centro del universo para su pareja -y el resto debe notarlo -sino, no merecen estar en su proyecto de vida. No merecen estar en el (su) universo.

LA INCOHERENTE
Pide libertad absoluta, pero te chequea como Reyna a Maradona. Dice ser compl
etamente “independiente” y “moderna” pero espera que le abran la puerta al ingresar a donde sea o tener citas donde no ponga ni un solo centavo, es decir, muta de principios según la ocasión. Podría tener una carrera prometedora en la política: te dice que sí al principio, luego no o peor aún: talvez, puede ser a lo mejor, que quizás, vamos viendo en el camino. No pierdas tiempo Forrest: ¡corre, corre, corre! (Y elige a otra candidata: bendito sea el voto preferencial)

LA TRISTE
Su vida es un innumerable conjunto de experiencias traumáticas de toda índole, pobechita, te la vas a pasar de pañuelo o de terapeuta ad honorem (pero con derecho a roce) Si bien es cierto algunas historias sí pueden ser trágicas, algunas féminas suelen “inflan” un poquito sus “tragedias” porque, digamos, si su viejo nunca le compró un pony a los 12 años no es lo mismo que algún desgraciado la haya tocado indebidamente a la misma edad. ¿Muy cruel? A no dudarlo; pero es cierto: hay mujeres tristes y tristonas, mujeres simples y simplonas. El problema radica en hallar la diferencia, cosa complicada porque ya sabemos de la habilidad de muchísimas mujeres de llorar con mucha, pero mucha facilidad.

LA LOCA
Definitivamente es un deporte de aventura. Estoy siendo injusto, es en realidad una ruleta rusa con más de una bala en el tambor. Ok, ok, no te aburres nunca, el problema/ventaja reside en que no sabes con que cosa te puede salir en cada cita con ella. Puedes tener la suerte de que se ponga tan desinhibida como cualquier femme fatale del cine para luego mutar horrorosamente frente a tus ojos en Alex Forrest (Glenn Close en “Atracción Fatal”) o el personaje de Kathy Bates en “Misery” Si empieza con el rollo de la energía cósmica o de que aún conversa con sus amigos imaginarios de la niñez, salta del auto, di que vas por más pop corn en el cine y escapa. Cruzar la frontera por Tijuana vestido con glow sticks es menos peligroso que quedarse junto a ella.

TU AMIGA DIGITAL
Acéptalo: alguna vez trataste de buscarte una chica por Internet. Todo parece bacán, todo parece fluir bien chévere. Bonito, todo te parece bonito, pero hay un problema: ella vive en otro país. Lo que es peor: vive en EEUU. Hasta la vista baby, porque el ser peruano (y encima ser/estar misio) te descalifica para la visa gringa. Ya lo dijo Alanis Morrisete “es como tener miles de tenedores cuando lo que necesitas es un cuchillo”. Si en el “supuesto negado” de lograr superar el factor distancia, tendrás que enfrentarte al factor realidad y esperar (si eres hombre de fe, empieza a rezar el día del viaje) que no esté dentro de las categorías anteriores (y las que siguen) una vez de que se encuentren cara a cara. O lo que pudiera ser la cereza del helado de tu desgracia: una mezcla de todas las clasificaciones descritas hasta ahora. El horror, el horror, el horror.

TU AMIGA DE TODA LA VIDA
Han sido patas del alma, pero una noche, sólo una noche algo se desconectó o algún interruptor se presionó por equivocación y ¡zuácate! , la naturaleza de los seres humanos afloró en todos los sentidos. EL problema radica en que quieras conservar la “amistad” después de cualquier acontecimiento donde hubo un intercambio de fluidos capaz de llenar más de una fuente para ensalada tamaño familiar. Válido en el caso de que tú no la quieras ver como más que una amiga (y ella a ti y todos felices), pero si tú siempre la viste como que podrían ser, que se te cruzó por la cabeza la peregrina idea de que podrían ser “más que amigos” estarás realmente jodido. Se cura con el tiempo y con más mujeres. O no. Para que chupas tanto pues, imbeeeecil.

LA INSOPORTABLE
“Tu entraste a mi vida pateando la puerta” sería, más o menos, la frase que pueda resumir esta clasificación. Para ti era: insoportable, insufrible, pedante, etc. Salvo por esos fatales segundos en que cruzaron las miradas y ambos se vieron terriblemente atraídos por alguna coincidencia letal o algún factor químico externo (sintético, natural o destilado) y ¡blam! Chape, choque y fuga con papel higiénico rosado y jabón blanco chiquito incluido. Si el odio persiste a la mañana siguiente “de”, lo habrás logrado, sino múdate, cambia de número de teléfono, mail, identidad ¿No dicen que del odio al amor hay un paso? También a la locura y a la obsesión (en ambas partes) Sólo es necesario un empujoncito, igualito que la gravedad. Si odias a alguien: ódialo con fervor, (diosito odia a los tibios, acuérdate) nunca dejes espacio para otra cosa. Ya lo dijo Soda Stereo Deslizaré mi puño por tu espalda: no existes, no existes

LA IMPOSIBLE
Todo parecía jugarte en contra: el tipo, la plata, el novio, lo que sea. Pero por alguna extraña razón lo consigues, sales con ella, lo has logrado pero a medida que vas conociéndola, se te desinfla el globo, no se te cuaja la gelatina y comienzas a bostezar, a mirar hacia los lados como quien busca la salida de emergencia, y empiezas a pensar en la inmortalidad del mosquito Senegalés. No es justo, tanto nadar para morir en la playa. Suspiras resignado y entre dientes se te escapa un “parecía una buena idea en ese momento”

TU AMIGA CARIÑOSA
Ambos no recuerdan exactamente como se conocieron, desconocen gran parte de la vida del otro, es más, se ven muy poco, poquísimo; pero cuando se ven las palabras sobran, la gente y la ropa. No hablan más que para coordinar sus “salidas” (encerradas mejor dicho) y lo hacen con precisión matemática, fechas, horas, coartadas. Es una dulce conspiración a media luz. Se pueden dejar de ver por largos períodos de tiempo, pero todo funciona perfectamente entre cuatro paredes, pero en el mundo real y “normal” no funcionaría nunca. No lo han conversado nunca, pero lo saben. Y lo saben con sólo mirarse al decirse “Hola” y “Chau” Siempre estuvo ahí y tienes la frágil (y boba) certeza de que también estará.

Hasta donde me acuerdo esas son, aquí están, hasta donde me da la memoria. Repetiré por si no ha quedado claro antes de que las militantes de Floras o Manuelas empiecen a disparar al cuerpo: No es que yo crea que así son TODAS las mujeres (líbranos señor) Es MI experiencia (que no necesariamente implica conocimiento) y mi SOLA experiencia (risas grabadas, por favor) que he tratado de describir. Nunca acabaría si me envolviera en la empresa de ENTENDER la mente femenina. Es un misterio absoluto que sólo garantiza la locura. Les debo a ellas mucho, no estoy seguro qué exactamente, pero les debo. El tiempo dirá como corresponder a esa deuda mutua. ¿No lo adivinan? ¿No que las mujeres eran las de la intuición?



Vivir despeinada
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad…

El mundo está loco.. Definitivamente loco…

Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…

- Hacer el amor, despeina.

- Reírte a carcajadas, despeina.

- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.

- Quitarte la ropa, despeina.

- Besar a la persona que amas, despeina.

- Jugar, despeina.

- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.

Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.

Es ley de la vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera.

El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, camina derechita, ponte seria…

Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz?

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser.

Por eso mi recomendación a todas las mujeres:

Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta,

y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

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