martes, 3 de agosto de 2010

Métodos anticonceptivos




Los anticonceptivos actúan como

-Barrera impidiendo la unión entre espermatozoides y óvulo,

-Disminuyendo la capacidad de los espermatozoides para fecundar el óvulo,

-Impidiendo que se libere el óvulo.





Métodos anticonceptivos hormonales

Inhiben la ovulación, si no hay óvulo éste no puede unirse al espermatozoide: no hay embarazo. Además aumentan el espesor del moco cervical.
Los métodos hormonales contienen las mismas hormonas (combinación de estrógeno + progestágeno o bien, Progestágeno sólo), actúan de la misma manera, son reversibles (la capacidad para el embarazo se recupera cuando se dejan de tomar). Los fallos en la toma o administración del anticonceptivo son casi siempre responsables de los pocos embarazos que pueden producirse.
Cabe destacar que aunque los métodos anticonceptivos hormonales, que son los más eficaces, pueden estar indicados en la mayoría de las mujeres, sólo un médico puede aconsejar cuál es el método apropiado para cada mujer o pareja en particular. Por lo tanto, es imprescindible la visita al médico para la prescripción de un método anticonceptivo hormonal.



última generación:
anillo mensual

El anillo anticonceptivo, de uso mensual, es el método anticonceptivo más novedoso, discreto, original y cómodo en cuanto al sistema de liberación de las hormonas para la prevención del embarazo.
El anillo mensual libera durante tres semanas una dosis ultra baja de hormonas que protegen del embarazo. Es un anillo de plástico transparente, flexible y suave, de cinco centímetros de diámetro, que la propia mujer se coloca en el interior de la vagina como si fuera un tampón. La vía vaginal absorbe excepcionalmente bien las hormonas.
El anillo mensual no contiene látex. Una ventaja diferencial de este método es que la dosis hormonal liberada por el anillo es muy baja y constante, sin “picos” en la concentración de hormonas en sangre, durante las tres semanas de uso, lo que supone una reducción de la cantidad e intensidad de
los posibles efectos secundarios, como dolor de cabeza, vómitos o dolor en los pechos.
Aparte de la ventaja de su facilidad de uso mensual (tres semanas de uso y una de descanso), el anillo anticonceptivo también destaca por disminuir la posibilidad de olvidos, es discreto, no se ve, no se cae, no interfiere en la espontaneidad de las relaciones sexuales, y ofrece un excelente control del ciclo menstrual.




los más avanzados: 
parche semanal

El parche hormonal consiste en un parche de 20 cm2, delgado y de color beige que se aplica directamente sobre la piel limpia, seca y sin vello.
A través de la piel, el parche libera un flujo continuo semanal de hormonas
anticonceptivas.
El parche hay que cambiarlo una vez a la semana durante tres semanas, y la cuarta no se aplica. Debe cambiarse el mismo día de cada semana, sin importar la hora del día. Se recomiendan cuatro zonas del cuerpo donde aplicarlo: los glúteos, el abdomen, la parte superior del tronco (pero no en los senos) y en la parte exterior y superior de los brazos.




tradicional:
píldora diaria

La más clásica es la combinada de estrógeno más progestágeno. Su aparición hace ya 45 años, supuso para las mujeres una auténtica revolución, porque las liberó de posibles embarazos no deseados, separó la reproducción de la sexualidad e hizo posible que pudieran planificar su propia vida y adoptar un nuevo papel en la sociedad.
La píldora ha ido evolucionando en cantidad y calidad a lo largo del tiempo. Hoy en día, las dosis hormonales que contienen son muy bajas. Se deben tomar los anticonceptivos orales diariamente, preferiblemente a la misma hora.
La minipíldora con sólo gestágeno está indicada durante la lactancia y en mujeres que no deben o pueden tomar estrógenos. Consigue disminuir tanto los dolores como el sangrado durante la menstruación. Sin embargo, al contener solamente una de las hormonas anticonceptivas, las menstruaciones son irregulares: tienden a presentarse con menor frecuencia y a ser menos abundantes, pero nunca se sabe qué día se presentarán.


a largo plazo:
el implante
El implante hormonal es un método anticonceptivo a largo plazo (3-5 años), eficaz y cómodo de usar. Consiste en la inserción debajo de la piel del brazo de la mujer, por parte de un médico, de una o dos pequeñas varillas de plástico flexible (de tamaño menor que una cerilla) que libera sólo progestágeno de forma constante.
La colocación se realiza de forma sencilla y rápida, en la consulta del médico durante los primeros días de la menstruación. Al cumplirse su caducidad, el implante pierde eficacia y debe ser reemplazado por uno nuevo. Este método tiene la máxima eficacia anticonceptiva posible porque la mujer no puede olvidarlo o equivocarse en su uso.
El implante tiene los mismos beneficios y está indicado en las mismas mujeres que la píldora con sólo gestágenos.





a largo plazo:
DIU

Aunque los antecedentes de los DIU se remontan a muchos siglos atrás, los DIU modernos aparecen en la década de 1960. Se trata de pequeños dispositivos (con diversas formas, tamaños, con carga o sin, de cobre, con o sin hormonas), que el médico coloca dentro del útero e impiden que los espermatozoides fecunden los óvulos.
El DIU es un método anticonceptivo eficaz, cómodo y de larga duración (3-5 años). Debe ser colocado y retirado únicamente por personal médico especializado.
Es más conveniente usarlo cuando la mujer ya ha tenido un embarazo y tiene pareja estable, aunque también se puede usar en nulípara. Las desventajas son que puede causar un poco de dolor o molestias en la colocación y extracción, menstruaciones más abundantes y duraderas, y puede incrementar el riesgo de complicaciones en las infecciones vaginales, por lo que no está indicado cuando se tiene más de una pareja.



barrera:
preservativos

Es el único método anticonceptivo que protege frente a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el SIDA.
Consiste en una funda delgada de látex diseñada para recubrir el pene erecto durante el coito y retener el semen eyaculado, con lo que los espermatozoides no entran en la vagina y se evita el embarazo.
Es muy importante colocarlo correctamente, ya que los fallos suelen ser debidos a una mala colocación o retirada, más que a la rotura del preservativo.
Su eficacia siempre es mayor si se combina con espermicidas u otros métodos hormonales ( doble protección).
Los jóvenes deben conocer el manejo y utilidad del preservativo, como método anticonceptivo habitual o esporádico.



La “doble protección”

Es el empleo simultáneo de dos métodos en la pareja:
  • • ELLA, un anticonceptivo hormonal.
  • • ÉL, un condón.
La doble protección es de elección en cualquier relación donde no se tenga un conocimiento del riesgo de infección





Otros métodos anticonceptivos

Esterilización 
(femenina/masculina):


Intervención quirúrgica por la que se cortan y ligan las trompas de Falopio en la mujer (ligadura de trompas) y los conductos que llevan los espermatozoides en el hombre (vasectomía). Ambos métodos son irreversibles.

















Píldora postcoital 
(o “del día después”) :

Es un tratamiento hormonal que se utiliza para evitar un embarazo en aquellos casos excepcionales en que se han mantenido relaciones sexuales sin protección o se ha producido un fallo en el método anticonceptivo habitual. Es un método de uso ocasional y no debe, en ningún caso, sustituir a un método anticonceptivo regular.



Consecuencias de la imprudencia


Las características psicológicas y emocionales de la adolescencia son un factor de primer orden en la aparición del embarazo en estas edades.

Las chicas jóvenes experimentan sentimientos de soledad, de poca confianza en sí mismas que intentan suplir con las relaciones íntimas con el otro sexo.

Existe una escasa o nula comunicación con sus padres o con las hermanas mayores, sobre todo, en lo que concierne al sexo. Esto les lleva a buscar y encontrar la opinión y el consejo de otros jóvenes de su edad con su misma inexperiencia y falta de correctos patrones de conducta.

Existe además un desmedido afán por entrar en contacto con "nuevas experiencias".

Entre las madres adolescentes existe un factor común a todas ellas: una mala historia de rendimiento escolar. Existe un alto índice de abandono precoz de los estudios, sobre todo entre las madres más jóvenes.

Además parece ser que las jóvenes incluidas en programas de educación especial tienen también más riesgo de tener un embarazo en su adolescencia.

Todas las estadísticas realizadas demuestran que hay mayor número de embarazos en adolescentes cuyas familias están separadas y también en familias con un solo progenitor.


El embarazo adolescente

Hasta un 60% de las jóvenes madres pertenecen a familias cuyos padres están separados; y un 40% no ha vivido nunca una situación familiar estable.

En el mismo sentido, se comprueba que el embarazo precoz es más frecuente en jóvenes cuyas madres son solteras o lo eran al concebir a su hija, o que, a su vez, habían tenido hijos a una edad muy temprana.



Un riesgo médico

El embarazo y el parto de una mujer de edad inferior a los 20 años tienen un alto riesgo puesto que se dan cita varios factores que aumentan la probabilidad de complicaciones, entre ellos la propia edad de la mujer, el bajo peso del niño y la prematuridad del alumbramiento.

El hecho de ser el primer hijo es otro factor de riesgo. Siempre tiene mayor probabilidad de padecer un sufrimiento fetal durante los últimos períodos del embarazo y en el parto.

La deficiente nutrición de la adolescente y las malas condiciones de reposo y bienestar físico durante el embarazo, son también factores de riesgo.

También suele darse una habitual ausencia de cuidados prenatales en las jóvenes madres por la frecuente negación del embarazo por parte de la adolescente.


Embarazos precoces

En los embarazos adolescentes se presentan muy a menudo deficiencias en la nutrición de las chicas, ya que se produce un aumento de las necesidades en esta edad en la que aún está creciendo.

También es un factor importante el hecho de que las adolescentes y las jóvenes se alimenten en muchos casos un tanto arbitrariamente y no se ajustan a las auténticas necesidades.

Presentan con frecuencia déficits minerales y de vitaminas que afectarán no sólo a la madre sino al hijo que lleva en su seno.

Las infecciones durante el embarazo, y muy en especial la infección urinaria, se presentan en un mayor número de gestantes adolescentes.

Asimismo son más frecuentes a esta edad las infecciones de transmisión sexual, favorecidas por las circunstancias en que se desenvuelven a menudo sus relaciones, con alto riesgo de afectación del feto y consecuencias muy graves para éste, más todavía que para la misma madre.

Otra consecuencia en las adolescentes gestantes es la hemorragia durante el tercer trimestre del embarazo debido al desprendimiento prematuro de la placenta. El riesgo de parto prematuro y de muerte del feto dentro del útero aumenta con ello considerablemente.

La causa habría que buscarla en la inmadurez hormonal de la adolescente y en el también incompleto desarrollo del útero a esas edades.


Partos conflictivos

En este tipo de embarazos hay una mayor frecuencia de partos prematuros y de bajo peso en los niños al nacer.

Si bien hoy día las técnicas de asistencia a niños se han desarrollado extraordinariamente, sigue siendo indudable que el bajo peso es una de las principales causas de mortalidad y de serias discapacidades en la primera infancia.

Entre las adolescentes que dan a luz, la presentación del niño "de nalgas" a la hora del parto aparece en cifras elevadas. El nacimiento de esta forma, como es sabido, lleva consigo un cierto aumento del riesgo de sufrimiento por parte del niño.

Al no estar en la adolescente completada la maduración del esqueleto de su pelvis son frecuentes durante el parto las situaciones en las que la cabeza del feto no es capaz de atravesar el canal óseo que le conducirá desde el útero al exterior.

Así pues, con frecuencia se hace imprescindible la práctica de una cesárea, intervención que, en efecto, se efectúa más a menudo en adolescentes que en mujeres maduras.



Tras nacer

La mortalidad en los nacimientos entre los hijos de madres menores de 17 años triplica la existente entre madres de 20 a 29 años.

También es mucho más alto el índice de lesiones cerebrales en el niño como consecuencia del traumatismo sufrido durante el parto o de haber nacido en condiciones de prematuridad.

Para muchos investigadores son más preocupantes los factores de índole psicológica, social y educacional.

Según estos autores, tales niños tienen, tarde o temprano, mayores problemas, necesidad de ayuda especial, repetición de cursos escolares y terminación de los estudios a mayor edad que los otros niños.

Son niños con agresividad, rebeldía y poco control de sus impulsos. Las causas de ello no se conocen aunque se han sugerido la falta de interacción madre-hijo, la ausencia de la figura del padre o los problemas socioeconómicos.

Una nueva madre

Las consecuencias postparto para la madre comienzan con un mayor índice de mortalidad materna y siguen con importantes alteraciones en el crecimiento, que puede incluso detenerse.

También las carencias nutritivas influyen negativamente sobre ese crecimiento de la muchacha adolescente.

Las consecuencias de orden psicológico no son menos importantes para la madre. En adolescentes embarazadas se descubren con frecuencia sentimientos de autodestrucción, agresión hacia todo lo que represente autoridad, falta de responsabilidad o súplicas desesperadas en busca de atención y ayuda.

Las madres muy jóvenes sufren retrasos en sus estudios y luego tienen mayores problemas a la hora de encontrar puestos de trabajo o de integrarse en los que tenían antes del embarazo.

Por si todo lo anterior fuera poco, se ha señalado en múltiples trabajos que la adolescente que ya tiene un hijo está en un gran riesgo de volver a quedar embarazada durante el resto de su adolescencia.

En el plazo de tres años hasta un 70% tienen un nuevo hijo en algunos de los grupos estudiados en estos trabajos.

Test

Antigua Tabla China de Nacimientos

Según la leyenda esta tabla estuvó enterrada en una tumba cerca de Beijing durante casi 700 años y el original está ahora en el Instituto de Ciencia de Beijing. Al cotejar el mes en el que un niño es concebido con la edad de la madre en la concepción, se puede determinar el sexo del niño. Esta tabla ha sido probada correcta en un 93% de los casos.
Mes de Concepción %
E F M A M J J A S O N D F M
E
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A
D

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A

C
O
N
C
E
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50% 50%
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58% 42%
F 43% 43% 50% 57% 43% 54% 36% 54% 54% 43% 54% 50%
M 57% 57% 50% 43% 57% 46% 64% 46% 46% 57% 46% 50%
Femenino
Masculino
De acuerdo con la información presentada en esta tabla, es más probable tener un niño cuando la madre concibe en julio a las edades de 18, 20, 30 y 42. Las mejores probabilidades de tener una niña se presentan cuando la madre concibe en el mes de abril a las edades de 21, 22 y 29.

1 comentarios:

Dra. Mariana dijo...

Quiero felicitarte por la información que brindas, como médico me gustaría comentar que en la actualidad existen recomendaciones para el uso de anticonceptivos en los adolescentes por su comodidad y eficacia estos son el parche anticonceptivo por su efectividad del 99% y su uso semanal además del uso del condón por protegernos de infecciones de transmisión sexual.
Además que tenemos que normalizar el tema de sexualidad en adolescentes y ayudarlos a que vivan su sexualidad de forma libre y responsable.
ATTE Dra. Mariana.

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