Me quiero, no me quiero...

No podés verla, pero aparece cuando te mirás al espejo. No podés oírla, pero la escuchás cuando hablás de vos mismo. ¿Qué es eso tan importante y misterioso? ¡Tu autoestima!

¿Te diste cuenta de que muchas veces estamos súper pendientes de la opinión que los demás tienen sobre nosotros? “¿Qué dirá la seño de mi letra?”; “Seguro que Tomy piensa que soy fea”; “No hay dudas: no juego el partido porque todos dicen que soy malo en los deportes”. Algunas veces pensamos que aquello que dicen sobre nosotros son verdades absolutas. ¡Alto! Está bien escuchar a los demás, pero la opinión más importante es la que tenemos sobre nosotros mismos.

¡Qué palabrita!
Si te fijás bien, está compuesta por dos palabras: auto, que se refiere a uno mismo; y estima, que es sinónimo de respeto, amor y reconocimiento. ¿Vos sentís todo eso por vos? Pensalo y empezá a prestarle más atención.

La autoestima es...
• Valorarnos en casa, en el cole, ¡en todos lados!
• Tener perseverancia para solucionar nuestros inconvenientes.
• Encarar nuestros proyectos con pasión.
• Aceptar nuestras dificultades.
• Comprender nuestras diferencias en la forma de pensar.

La autoestima es un proceso que se construye paso a paso, buscando dentro tuyo lo auténtico y personal.

A cuidarse
Muchas veces escuchamos decir: “Este chico tiene la autoestima baja”. Alta, baja, mediana... ¿Qué significa eso? ¡Nada! Porque lo importante es lo que pensamos de nosotros mismos. Si nos importa tanto lo que dicen los demás, nuestra autoestima se debilita. En cambio, si pensamos sobre nosotros con más amor y comprensión, estamos cuidándola.

¡Sos genial!
¿Y qué conseguimos queriéndonos mucho? Por ejemplo, defendernos con astucia e inteligencia de los que se burlan de nosotros, dar menos importancia a las situaciones que no nos suman en nuestra vida, o prestar más atención a los hechos y personas que nos favorecen con sus buenos consejos. Sin dudas, está bueno respetarse a uno mismo.

Es bueno saber y tener una opinión de nosotros mismos, sin tanta influencia de los demás. Sólo la conseguiremos si miramos nuestro mundo interior.

Por Susana Blumberg, Licenciada en Psicología-Terapeuta de Familia: susanablumberg@hotmail.com - Ilustraciones: Mauro Serafini.

Notas relacionadas: